“The Resurrection above all constitutes the confirmation of all Christ’s works and teachings. All truths, even those most inaccessible to human reason, find their justification if Christ by his Resurrection has given the definitive proof of his divine authority, which he had promised.... The truth of Jesus’s divinity is confirmed by his Resurrection. He had said: ‘When you have lifted up the Son of man, then you will know that I am he.’ The Resurrection of the crucified one shows that he was truly ‘I Am,’ the Son of God and God himself.... 

“The Paschal mystery has two aspects: by his death, Christ liberates us from sin; by his Resurrection, he opens for us the way to a new life. This new life is above all justification that reinstates us in God’s grace, ‘so that as Christ was raised from the dead by the glory of the Father, we too might walk in newness of life.’ Justification consists in both victory over the death caused by sin and a new participation in grace. It brings about filial adoption so that men become Christ’s brethren.... We are brethren not by nature, but by the gift of grace, because that adoptive filiation gains us a real share in the life of the only Son, which was fully revealed in his Resurrection. 

“Finally, Christ’s Resurrection—and the risen Christ himself —is the principle and source of our future resurrection.... The risen Christ lives in the hearts of his faithful while they await that fulfillment. In Christ, Christians ‘have tasted the powers of the age to come’ and their lives are swept up by Christ into the heart of divine life, so that they may live no longer for themselves but for him who for their sake died and was raised.” (Catechism of the Catholic Church)

Here is a curious feature in John’s account of the disciples arriving at the empty tomb of Jesus. In the Gospels of Matthew, Mark, and Luke, there is a verbal clue that Jesus has risen, given either by an angel or two or by a young man. In John’s Gospel, the visitors to the tomb encounter only an empty tomb and empty linen wrappings. 

Emptiness is an appropriate symbol for what we have been through these past few years. The Easter message reminds us that it sometimes takes time to deepen our understanding and to unravel the meaning of events around us. Through the renewed presence of Christ in the lives of the Apostles, when he appeared to them in various ways after His Resurrection, the Apostles grew in strength and grace. The nature of our gift of faith requires a leap of trust in God’s incredible love that overcomes our weaknesses. This is the mystery that we celebrate and we rejoice in today!

May the Risen Lord enlighten our minds and bring joy to our hearts. May the Easter days ahead fill us with renewed faith and a willingness to witness to God’s presence in today’s world. 

On behalf of Our Lady of Mount Carmel Fathers, and the OLMC School & Parish Staff I offer you our sincere prayers that this Easter season will bring blessings to you and your loved ones. Alleluia! — 

A Blessed Easter to You!

MSGR. LOI

"La Resurrección constituye ante todo la confirmación de todas las obras y enseñanzas de Cristo. Todas las verdades, incluso las más inaccesibles a la razón humana, encuentran su justificación si Cristo, con su Resurrección, ha dado la prueba definitiva de su autoridad divina, que había prometido..... La verdad de la divinidad de Jesús queda confirmada por su Resurrección. Había dicho: “Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que yo soy”. La resurrección del crucificado muestra que era verdaderamente «Yo Soy», el Hijo de Dios y Dios mismo.... 

"El misterio pascual tiene dos aspectos: con su muerte, Cristo nos libera del pecado; con su resurrección, nos abre el camino a una vida nueva. Esta vida nueva es, ante todo, la justificación que nos reintegra en la gracia de Dios, “para que, como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros caminemos en una vida nueva”. La justificación consiste a la vez en la victoria sobre la muerte causada por el pecado y en una nueva participación en la gracia. Conlleva la adopción filial, de modo que los hombres se convierten en hermanos de Cristo..... Somos hermanos no por naturaleza, sino por el don de la gracia, porque esa filiación adoptiva nos gana una participación real en la vida del Hijo único, que se reveló plenamente en su Resurrección. 

"Por último, la Resurrección de Cristo -y el propio Cristo resucitado- es el principio y la fuente de nuestra resurrección futura..... Cristo resucitado vive en el corazón de sus fieles mientras esperan esa plenitud. En Cristo, los cristianos «han gustado las potencias del siglo venidero» y sus vidas son arrastradas por Cristo al corazón de la vida divina, para que no vivan ya para sí mismos, sino para Aquel que por ellos murió y resucitó." (Catecismo de la Iglesia Católica) 

Hay una característica curiosa en el relato de Juan sobre la llegada de los discípulos a la tumba vacía de Jesús. En los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, hay una pista verbal de que Jesús ha resucitado, dada por uno o dos ángeles o por un joven. En el Evangelio de Juan, los visitantes del sepulcro sólo encuentran una tumba vacía y envoltorios de lino vacíos. 

El vacío es un símbolo apropiado para lo que hemos vivido estos últimos años. El mensaje de Pascua nos recuerda que a veces se necesita tiempo para profundizar en nuestra comprensión y desentrañar el significado de los acontecimientos que nos rodean. Gracias a la renovada presencia de Cristo en la vida de los Apóstoles, cuando se les apareció de diversas maneras después de su Resurrección, los Apóstoles crecieron en fuerza y gracia. La naturaleza de nuestro don de fe requiere un salto de confianza en el increíble amor de Dios que supera nuestras debilidades. Este es el misterio que hoy celebramos y del que nos alegramos.

Que el Señor resucitado ilumine nuestras mentes y alegre nuestros corazones. Que los próximos días de Pascua nos llenen de una fe renovada y de la voluntad de dar testimonio de la presencia de Dios en el mundo de hoy. 

En nombre de los Padres de Nuestra Señora del Monte Carmelo y del personal de la escuela y parroquia OLMC, les ofrezco nuestras sinceras oraciones para que este tiempo de Pascua les traiga bendiciones a ustedes y a sus seres queridos. ¡Aleluya! – 

¡Bendita Pascua de Resurrección!